domingo, 8 de marzo de 2009

IMPOTENCIA SEXUAL A LOS 20 AÑOS



Cuando un veinteañero 'no puede en ese momento', vive la situación con enormes dosis de ansiedad, señala el dr. Pedro La Calle, profesor de Sexología de la Universidad de Almería y Director del Centro Galena Salud de Madrid. 'Y es que se exige que el hombre joven responda con una erección automática (¡y prolongada a voluntad!) en cada contacto sexual. De esta forma de pensar nacen muchos fallos de erección (más conocidos como 'gatillazos').


Si tuvieran una buena educación sexual -y si desarrollaran mecanismos de comunicación con la pareja- no pensarían que tienen que ir directamente al coito y vivirían su vida sexual de forma más relajada y placentera, sin las limitaciones de lo que se conoce como 'ansiedad anticipatoria'.

Como el dr. La Calle, todos los expertos señalan que el error más común de los jóvenes es ignorar que la erección puede malograrse por cualquier motivo: 'El problema es que, por su falta de experiencia, los jóvenes se asustan ante un 'gatillazo' ocasional, creyendo que es el principio del fin', señala. 'Esa ansiedad es funesta, porque puede instalar un círculo vicioso capaz de hacer cada vez más probables esos episodios de disfunción eréctil. Y no sólo eso: ante el temor a otro 'gatillazo', algunos hombres descartan las relaciones sexuales'.

La realidad es que pocos fallos de erección en los jóvenes esconden problemas físicos. Cuando existen, son generalmente problemas vasculares y hormonales congénitos que, a los 20 años, dan síntomas ocasionales. Para descartarlos -y tratarlos si fuera necesario-, cualquier joven que haya tenido episodios de disfunción eréctil debe acudir al especialista (sexólogo, andrólogo o urólogo).


¿QUÉ PUEDES HACER TÚ?

Las mujeres suelen tener más claro que el sexo no es sólo penetración y no suelen ser las que más demandan el coito. Pero si hay problemas, muchas creen que no atraen a su pareja y se culpabilizan. Los episodios de disfunción sexual deberían animar a la pareja a relajarse y a disfrutar sin ansiedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario