miércoles, 28 de enero de 2009

SEXTO CONSEJO PARA AUMENTAR EL DESEO SEXUAL



Sexo oral: el goce de los labios

El sexo oral, es una práctica sexual muy placentera y gratificante tanto para los hombres como para las mujeres. Sin embargo, debe soportar muchos tabúes y prejuicios, ya que hay muchas personas, de ambos sexos, a las que les desagrada el sexo oral.

Consejos para ellas
La mejor forma de iniciar el cortejo oral es que su mano acaricie suavemente todo el cuerpo del pene y vaya preparando el terreno.
Las mujeres que quieran practicar una buena felación deben formar una 'O' con los labios y ponerlos cuidadosamente en la punta del miembro masculino y mover la cabeza en pequeños círculos.
Luego, deben colocar los labios ajustándolos al tronco del pene y recórrelo, primero a un lado y después al otro. Tomar la punta del pene suavemente entre los labios, con giros rápidos, besándolo tiernamente y tirando hacia atrás suavemente de su piel es una buena forma de seguir con el sexo oral. Se recomienda permitir que el glande se deslice completamente en la boca femenina y presionar el tronco firmemente entre los labios y sostener la presión hasta un momento antes de soltar.
Hay que permitir que el pene penetre en la boca femenina tan profundamente como sea posible (sin ahogar a nadie, por favor), presionándolo y chupándolo. No se debe soplar nunca dentro en el pene ya que, por muy placentero que pueda ser, esto puede ocasionar una infección.

También se puede acariciar, besar y jugar con los testículos con la lengua, siempre teniendo en cuenta que se trata de una zona muy sensible.

Normalmente las zonas más sensibles del pene son: alrededor de la cabeza, la unión del frenillo con el glande y el orificio extremo de la uretra. Besos suaves y caricias con la lengua son ideales para enloquecer de placer a un hombre.

Por último, las mujeres deben saber bien que la decisión es de ellas, tanto de practicar la felación como de llegar hasta el final o no. La mujer debe decidir si quiere o no que el hombre eyacule en su boca, del mismo modo que puede elegir tragar el semen o no. Nadie puede obligar a nadie a hacer algo que no quiera.

• Mucho cuidado con los dientes. No están invitados a esta fiesta. Permíteles, como mucho, algún roce muy delicado, pero siempre con cuidado.

• A medida que notes que aumenta su excitación, incrementa tú también el vigor de tus caricias.

• Presta atención a los gestos de tu amante. Te indicarán qué es lo que más le excita y, por consiguiente, dónde debes poner más énfasis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario