martes, 17 de febrero de 2009

20 gustos que él quiere darse en la cama, PARTE I



Las encuestas con hombres de todos los estados civiles, han encontrado diferencias en sus actitudes hacia el sexo, algunos hacen hincapié en la parte emocional, y a otros lo que les interesa es lo físico. Pero todos tienen sus preferencias que, aparentemente, se parecen mucho... Aquí, 20 de ellas.
Según los hombres, una mujer verdaderamente sensual, entiende tanto sus necesidades emocionales como sus necesidades físicas.

20 gustos ...

Actividad en la cama

Para un hombre, pocas cosas son más frustrantes que hacerle el amor a una estatua de piedra... En general, al hombre lo enciende ver a su compañera excitada, respondiendo "con elocuencia" a lo que él le hace y le dice.

La espontaneidad

Nace cuando la mujer entiende las necesidades del hombre, y lo secunda cuando se trata de hacer el amor... no se cohíbe de decir lo que le gusta, sabe "frenarlo" si él se desboca, o al revés, estimularlo para aumentar su excitación.

La buena disposición

La mujer que pueda seguirle la corriente a un hombre y tener sexo "al momento" con él, sin repara en nada, le resulta un afrodisíaco. Y esto quiere decir sexo a mitad de la noche o en pleno día, a la hora del almuerzo o a la salida del trabajo. Lo mismo en su cama que en un hotel, en una playa o en un parque.

El rapidito

El hombre enloquece con el sexo relámpago, dirigido sólo a satisfacer un antojo momentáneo suyo, omitiendo la etapa de la estimulación erótica.

El despacito

No es lo mismo el rapidito que el sexo rápido. Bajo ciertas circunstancias, los hombres rechazan el sexo que termina demasiado pronto. "Aborrezco hacer el amor a la carrera", dice un entrevistado de 34 arios, "porque es sábado y hay que aprovechar el día, o domingo y hay que dormirse temprano. Prefiero dejarlo para un momento en que pueda disfrutarlo sin presiones".

Las palabras excitantes

Hablar claro no es descaro, sino sinceridad. Y en la cama no cabe la timidez. Dirígelo: pídele lo que quieres, tomándole la mano y llevándola al lugar que deseas que te acaricie. "Ahí"... "Más despacio"... "Más aprisa"... Es todo el vocabulario que necesitas, ¡con eso, ya le estarás diciendo bastante!

El ataque por sorpresa

De vez en cuando sorpréndelo, para los hombres a veces es un alivio ?y un placer? dejar que la mujer tome las riendas y se haga cargo del ataque por sí sola. La disposición de la mujer de hacerle sentir placer a su hombre, la hace mucho más atractiva para la mayoría de ellos.

El amor después de...

Al hombre hay que darle amor después de hacer el amor... Cuando termina el sexo, prefiere la intimidad a la higiene: "Mi ex mujer estaba más preocupada de que las sábanas no se le arrugaran que de pasarla bien entre ellas, y eso enfría a cualquiera". Muchos entrevistados mencionaron que, cuando llega ese momento, les gusta conversar; por ejemplo, si disfrutaste la experiencia, sería un tema de conversación... apasionante.

Escenificar sus fantasías

¡Cuántos hombres quisieran vivir sus fantasías y ponerle pimienta a su vida amorosa! Tal vez al tuyo le guste verte bailar en ropa de dormir bien sensual mientras te la vas quitando poco a poco, o vendarle los ojos con un pañuelo de seda. Persuádelo de que te cuente sus fantasías... ¡y ponte en acción para escenificarlas!

Que les abran el alma

Nada ayuda tanto a tener un buen sexo, corno la buena comunicación... y los hombres la aprecian. Abrirle tu alma significa ser cándida, no simular el orgasmo; y hacérselo saber, si hay momentos en que el sexo no te parece oportuno. ¿Que no quieres hablar de las cosas con lujo de detalles? Simplemente dile: "estoy en un mal día del mes"... eso será suficiente.

Un buen despertar

El sexo a primera hora fue declarado el favorito de muchos. Cuando el hombre logra satisfacer sus antojos matutinos, lo agradece. (No sería mala idea acostarse temprano y hacer buen uso de ese ratito extra al despertarse).

Un buen masaje

Después de un día difícil en la oficina, un buen masaje lo relaja y le sirve como preludio al sexo. El truco está en hacerlo como su fuera una caricia larga y profunda. Ayúdate con un aceite porque frotar con la mano seca, puede ser doloroso.

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