martes, 12 de mayo de 2009

LA MASTURBACIÓN



Nuestro cuerpo es un instrumento muy sensible, pero como todos los instrumentos para sacarle todo el rendimiento hay que conocerlo y qué mejor modo de hacerlo que masturbándose.

Explorando y descubriendo

Es mucho más fácil descubrir cuales son los ritmos y los lugares en los que sentimos más si la exploración la hacemos nosotros mismos que si es nuestra pareja la que lo hace, es más fácil decirle a un persona lo que nos gusta que sentirse molesto por lo que no nos gusta.

Lamentablemente la mayoría de las personas cree que la masturbación es una conducta inmadura propia de adolescentes o de personas sin pareja, esto no es así, la masturbación o autoerotismo es una conducta sexual que se mantiene a lo largo de toda la vida y que sirve para conocerse mejor, para mantenerse en forma y sobretodo para equilibrar los distintos ritmos de deseo en las parejas estables.

Sobre esta práctica siguen existiendo muchos mitos, a los niños y adolescentes se les dice que la masturbación puede producir ceguera, que les saldrán pelos en las palmas de las manos, que se volverán impotentes o incapaces de procrear, a las niñas se les sueles prevenir contra esta práctica diciéndoles que se convertirán en unas ninfómanas insaciables o no encontraran marido.

Evidentemente nada de esto es cierto, pero aunque ya casi nadie lo cree conscientemente, en el inconsciente todas estas consideraciones han quedado y la mayoría de las personas cree que la masturbación es algo que no hay que hacer cuando se tiene pareja.

Pero la realidad no dice que tanto hombres como mujeres se masturban de vez en cuando. El 90% de los hombres reconocen que se masturban y el 10% restante miente. Las mujeres no suelen masturbarse hasta que no han iniciado sus relaciones sexuales completas pero tambien lo hacen e incluso algunas de ellas reconocen que el placer de la masturbación es superior y que alcanzan más rápidamente el orgasmo si están solas.

Todos los bebés juegan con sus genitales y se ha visto que incluso antes de nacer los niños tienen el pene erecto, señal inequívoca de que están sintiendo placer sexual.

¿Cómo se masturban las mujeres?
Prácticamente cualquier parte del cuerpo puede ser susceptible de desencadenar un orgasmo si se estimula convenientemente, pero los hombres prefieren estimularse el pene, las mujeres quizás debido a una mayor represión prefieren acariciarse antes otras zonas del cuerpo, como senos, pelo, manos o brazos para terminar acariciándose la zona exterior de sus genitales y sobretodo el clítoris, casi ninguna mujer se introduce objetos en la vagina ni simula el coito.

Existen razones sociales para que las mujeres aprendan a masturbarse sin tocarse, como apretando los muslos o frotándose contra el asiento de las sillas, aunque algunas de ellas pueden llegar al orgasmo solo con la imaginación, de esta forma pueden disimular a ojos de sus padres lo que están haciendo.

Las personas con fuertes sentimientos de culpa se masturban solo cuando se encuentran en situación de duermevela, y de esta forma pueden negar que lo están haciendo, ya que no llegan a ser plenamente conscientes de ello.

Casi todas las mujeres mezclan distintos tipos de estimulación, dependiendo del día, de la hora y de las ganas. Pueden tener un orgasmo rápido o una sesión larga y muy excitante que tenga como consecuencia varios orgasmos encadenados.

Sin embargo la masturbación es una experiencia muy valiosa. Es la forma de aprender como responde nuestro cuerpo a los estímulos sexuales. Así como aprendemos hablar antes de poder mantener una conversación, debemos aprender a masturbarnos bien antes de hace el amor. Y al tiempo que aprendemos a llegar al orgasmo también aprendemos a sentirnos dueños de nuestra propia respuesta sexual y que nuestro cuerpo nos pertenece.

La forma mas común de masturbación femenina es estimularse el clítoris con los dedos. Una forma muy aconsejable es empezar a estimularse suavemente el pubis con una mano y los senos con la otra, acariciándose los pezones y la areola, mientras se imprimen movimientos en el monte de Venus de arriba hacia abajo.

Cuando las sensaciones ya estén concentradas en la zona del clítoris se puede pasar los dedos con suavidad por toda la parte interior de los labios menores, y por encima de los labios mayores. Luego se puede seguir aumentando la presión con la palma de la mano, después puede tomarse el clítoris entre dos dedos y pellizcarlo suavemente.

También puede acariciarse la parte interior de los muslos, el vientre, el pelo, la boca como si se estuviera mamando. Algunas mujeres pueden conseguir un orgasmo solo con pellizcarse suave y rítmicamente los pezones.

Hay quien cree que las mujeres se masturban introduciéndose penes de plástico o vibradores en la vagina cuanto más grandes mejor, como puede verse en las películas porno. En realidad, la mayoría de las mujeres lo encuentran muy incómodo y poco satisfactorio. Los vibradores suelen usarse para estimular el clítoris o los pezones, los labios menores o el periné y la parte exterior del ano, pero casi ninguna suele introducirse nada en la vagina para alcanzar el placer que produce la masturbación.

Casi todas las mujeres mezclan distintos tipos de estimulación, dependiendo del día, de la hora y de las ganas. Pueden tener un orgasmo rápido o una sesión larga y muy excitante que tenga como consecuencia varios orgasmo encadenados. Pero todas las mujeres saben que están cosas no hay que ir a por ellas, son como las setas se las va encontrando uno.


¿Cómo se lo hacen los hombres?
Los hombres son bastante simples, han aprendido desde pequeños a “ir al grano” con rapidez y no se entretiene demasiado, suelen acariciar el tallo de su pene de arriba hacia abajo, haciendo que el prepucio se mueva sobre el glande hasta que la erección alcance toda su consistencia, luego lo sacuden con golpes enérgicos y a ritmo más vivo hasta que sienten que el orgasmo es irremediable, entonces paran y se concentran en las sensaciones.

No le piden nada más a su masturbación, la mayoría de los hombres lo consideran como una descarga que les libera de la tensión sexual, no piensan en ello como una forma de aprendizaje, o como una manera de estimular sus fantasías y de favorecer el desarrollo de su erotismo.

Son rápidos y muy expeditivos, lo que se diría en términos taurinos “suelen realizar una faena de aliño”. Estas prácticas no suelen ser muy recomendables, el organismo aprende a reaccionar con rapidez ante los estímulos sexuales y si esto se repite durante bastante tiempo luego no pueden pedir que sus relaciones sexuales sean lentas y pausadas, seguirán siendo como se les ha enseñado, rápidas y compulsivas.

Si un hombre quiere masturbarse bien, tiene que buscarse, ante todo, un lugar cómodo para hacerlo, el cuarto de baño, sobretodo cuando fuera hay una larga cola esperando, no es el lugar más adecuado. Tiene que empezar por estimular su fantasía, acariciarse todo el cuerpo, descubrir los lugares de su piel donde duermes las sensaciones eróticas y despertar todas las sensaciones. Prolongar la fase excitación hasta el límite de tensión extremo, parando y retomando la estimulación cuantas veces sea preciso. Seguramente que descubrirá como se puede mejorar la calidad de una orgasmo que seguramente consideraba perfecto.


Chorros de agua
El chorro de agua a presión de la ducha es un artilugio que tanto hombres como mujeres suelen usar para alcanzar el orgasmo. El agua caliente directamente en el clítoris o en el glande puede desencadenar un orgasmo rápidamente, es estupendo para lo que siempre van con prisas y les gusta salir de casa aseados y orgasmeados.

Cuando la pareja se masturba
La mayoría de las personas suelen sentirse muy incómodas cuando descubren que su pareja se masturba a solas y lo toman como señal de que no son suficiente para ella. Por esta razón la mayoría de las personas suelen masturbarse en secreto, a puerta cerrada y en silencio. La verdad que la mayoría de los que lo hacen, es por variar, por no dar la lata al otro o por darse un gusto en solitario. A todo el mundo le gusta cambiar de vez en cuando, la masturbación se adapta perfectamente a los estados de ánimo del usuario.

Lo ideal es que la pareja tenga la confianza suficiente para hablar de estos tomas como de otros, con sinceridad, amplitud de miras y comprensión. Se necesita mucha confianza para plantear el teme, pero una vez superada la incomodidad inicial, el acto de masturbarse y las razones por las que se hace puede ayudar a que la intimidad de la relación amorosa sea mayor y más relajada.

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