jueves, 21 de mayo de 2009

SEXO EN LA OFICINA, PARTE I



Por: M. Sosa

Aún viene a mi mente la primera vez que te conocí en la oficina, desde que te vi te me antojaste mucho, cumplías con los requisitos que yo pedía para hacer la primera vez el amor, realmente el amor, pero para mi sorpresa al bajar la vista vi en tu mano izquierda tu argolla de matrimonio.

No lo podía yo resistir cada vez que te veía me humedecía de en medio de mis piernas y en las noches me masturbaba gritando tu nombre y pensando que tu estabas ahí conmigo…

Las miradas furtivas y llenas de deseo fueron aumentando día con día, hasta que en una ocasión no pudimos más…

Nos encontrábamos solos en el piso de la oficina, te acercaste a mi y me besaste en la mejilla y luego en la boca con tal desesperación y deseo que sentía que me derretía al sentir tus labios, me tomaste de la mano y decidimos dirigirnos a la bodeguita de la papelería y cafetería Y que estaba en ese piso, me susurrabas al oído cuánto me deseabas y esperabas ese momento de besarme y abrazarme…

Decidí agacharme y que mi boca quedara exactamente a la altura de tu miembro que ya estaba erecto, bajé el cierre de tu pantalón, pero mientras tanto la adrenalina aumentaba porque se oían ruidos de que los compañeros de trabajo que habían regresado de la oficina pero aun así yo saqué tu pene erecto de tu pantalón y empecé a acariciarlo, a besarlo, a succionarlo mientras tu gemías de placer y yo me excitaba aún más…

Hasta que en un momento sentí como te venías en mi boca y llegabas al éxtasis total…

En eso tocaron la puerta y tú me dijiste que esperara un momento que primero saldrías tú y luego yo, en eso, tomaste un paquete de hojas y saliste con el rostro enrojecido…

Yo fingí que me preparaba un café con bastante leche y lo disfrutaba al máximo…

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