domingo, 26 de abril de 2009

LO IDEAL ES QUE LA HOMOSEXUALIDAD ...



Psicoterapeuta Marina Castañeda:

* Que la diferencia ya no sea una barrera, igual que el hecho de ser negro o judío
* Indispensable para la pareja lésbica contrarrestar la tendencia a la fusión

Amparo Jiménez

"Hasta hace 20 años la homosexualidad era enfocada como una patología mental, luego, las grandes asociaciones profesionales de psiquiatría y psicología la sacaron del campo patológico y surgió la idea de que al homosexual se lo debe tratar como a cualquier otra persona. Sin duda esta es una posición bien intencionada pero creo que es errónea, porque ni el individuo homosexual, ni la pareja homosexual es similar al heterosexual. Hay diferencias profundas, a nivel individual, en su desarrollo, en la forma de relacionarse con los demás, con la pareja, con la familia, con la sociedad, con uno/a mismo/a".

Esta idea de no patología pero sí diferencia, es el concepto central a través del cual se desarrolla el libro La Experiencia Homosexual - Para Comprender la homosexualidad desde dentro y desde fuera de la psicoterapeuta Marina Castañeda, recientemente publicado por Editorial Paidós, ambiciosa e innovadora aportación que abarca temas que van desde la identidad homosexual, la pareja lésbica, pasando por la homofobia internalizada, las vicisitudes del closet (encierro en el secreto de ser lesbiana u homosexual), la bisexualidad, hasta los aspectos terapéuticos con individuas/os y parejas.

Aunque el libro está referido tanto a la homosexualidad (masculina) como al lesbianismo, nuestro interés al dialogar con ella está en profundizar algunos aspectos que, sobre el lesbianismo y las lesbianas, la autora desarrolla en sus textos.

--- Marina, creo que tu libro alimenta ricamente un campo muy vacío y muy necesitado de este tipo de análisis serios, sin embargo hay algunas cosas que quisiera ampliar. Por ejemplo tu planteas que al estar dos mujeres juntas automáticamente se "descubre la igualdad y reciprocidad desconocida anteriormente". Esto se me hace irreal, dado los temas que aún no se tocan abiertamente como son los conflictos y aún la violencia entre mujeres.

"Bueno, se ha estudiado mucho el estilo de comunicación de las mujeres y se ha encontrado que tiende a ser más igualitario, más recíproco. Una serie de patrones culturales de comunicación promueven una comunicación más fluida entre mujeres que entre dos hombres, o que entre hombre y mujer. Muchas mujeres, dentro de sus relaciones homosexuales encuentran un estilo de comunicación bastante especial. Esta comunicación tan fluida, también tiene los riesgos que menciono en el libro, la tendencia a la fusión que puede llevar a una falta de diferenciación, de individuación y que frecuentemente conlleva una declinación de deseo sexual en la pareja.

La violencia entre las mujeres, es "normal" en un país como el nuestro. Las mujeres lesbianas sufren dos niveles de marginación. Uno por ser mujeres, otro por ser lesbianas. Eso no facilita el hecho de ser lesbiana. Las lesbianas deben frecuentemente renunciar a una serie de apoyos que le da la sociedad mexicana a la mujer, llegando a situaciones de desprotección, de vulnerabilidad muy grave y que causa muchos tipos de problemas que pueden llevar al alcoholismo, al abuso de drogas y a la violencia. Efectos muy claros de la doble marginación que viven las lesbianas, pero no son inherentes a la homosexualidad.
--- Donde hablas de las parejas de hombres, mencionas que son innovadoras, como modelos de los cuales inclusive se podría aprender. Esto me brinca. ¿No es esto como aceptar que el modelo masculino de sexualidad es el que tiene razón y negar que entre mujeres vivimos la sexualidad como realmente es para las mujeres en la ausencia del hombre?

Creo que hay varias capas en esto. Parece ser que la sexualidad femenina sí es muy diferente de la masculina. Desde la fisiología hasta la naturaleza del deseo socializada de manera diferente, se trata de dos sexualidades diferentes. Pero también hay una dinámica de relación entre mujeres que tiene que ver con la fusión (tema inmenso y complejo; a las que les interese este tema recomiendo que lean el libro) y que lleva a que las dos mujeres se acerquen y parezcan cada vez más, eso a veces va afectando, minando el deseo y la relación sexual. Los hombres están más enfocados hacia la sexualidad, socializados para tener más relaciones sexuales, tomar la iniciativa e incluso tener prácticas sexuales más variadas que las mujeres. Mantienen una distancia crítica entre ellos y eso es importante para mantener vivo el deseo. Entonces yo creo que podemos aprender de estas formas de relación alternativas. Si las vemos sin juicios de valor nos pueden enseñar mucho.

--- Este tema de la baja en la intensidad y frecuencia de las relaciones sexuales es preocupación recurrente en las parejas lésbicas con un cierto tiempo juntas.
Creo que es indispensable para la pareja lésbica desarrollar la diferencia. Contrarrestar la tendencia a la fusión, permitir que cada mujer tenga su desarrollo individual y su diferencia. Creo que esa es la única manera de mantener viva la relación sexual entre dos mujeres. Esto es lo que he observado clínicamente. No viene de ninguna teoría, sino de la observación en la realidad. En cuanto más diferenciadas las mujeres, mejor va a ser su relación sexual, por ende toda la relación.

--- Otro aspecto: tu planteas a la homosexualidad y al lesbianismo con rasgos diferentes, particulares y a la vez planteas una suerte de necesidad de asimilación a la sociedad heterosexual que la llegas a manejar como "madurez" y hasta la relacionas a parejas más estables. Veo aquí algo que siento contradictorio. Incluso la idea de pareja estable me parece una necesidad de la heterosexualidad.

Creo que lo ideal es que la homosexualidad deje de ser un problema para la gente. Que manteniéndose como diferencia ya no sea una barrera, igual que el hecho de ser negro, o ser judío. Ese tipo de barrera es la que debemos ir desapareciendo. Yo planteo qué para el homosexual maduro, asumido, que ya vive plenamente su vida homosexual, la homosexualidad deja de ser importante. Eso no es más extraordinario que lo que le sucede con la gente heterosexual. Para los adolescentes y jóvenes heterosexuales, el sexo lo es todo y salen con gente, escogen actividades, amistades, la mayoría de sus cosas en función de preocupaciones, deseos y actividades sexuales; cuando ya maduran, la cosa sexual deja de ser tan importante y llega a ser un aspecto de la vida, no el más importante.

--- Al estipular que el homosexual y la lesbiana madura se va integrando a la sociedad , veo el riesgo de que se diluyan las experiencias. Las lesbianas jóvenes están en su mayoría en el closet y en los bares, las que ya maduraron están integradas y fuera y para peor los modelos del espectáculo son en su mayoría modelos extranjeros.

Evidentemente la marginación a los homosexuales en México sigue vigente. Sin embargo creo que la situación ha mejorado para los jóvenes, de alguna manera la tienen más fácil que los adolescentes de hace 20 o 50 años. Es un poco menor el estigma, el prejuicio y hay más modelos. Ellos si pueden ver en la vida cultural, en la vida del espectáculo a muchos homosexuales hombres y mujeres que viven públicamente su homosexualidad y que no solo no están enfermos y desgraciados, sino que son sanos, guapos, felices, exitosos, prósperos. Y eso creo que cambia todo. Hay muchos más homosexuales que viven fuera del closet con respecto a sus familias, sus vecinos, sus colegas. Eso abre la posibilidad de una vida menos marginada. Creo que se puede combinar estratégicamente, cautelosamente con una integración a la sociedad en su conjunto.

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