lunes, 13 de abril de 2009

¿QUIEN PONE EL PRESERVATIVO?



Hay que desdramatizar la relación con este gran invento, conocerlo juntos, hablar con la pareja sobre cualquier duda que tenGan, el uno o el otro.

Siempre tiene que haber una primera vez, y lo importante es que a esa le sigan muchas, y cada vez con menos temores o ansiedades.

Leer las instrucciones juntos durante el jugueteo amoroso puede darle un poquito de sal a la situación, para las tímidas/os, ahí van las instrucciones:

Abrir el envase con los dedos, no utilices nunca objetos cortantes.



Presiona con mucho cuidado la punta, para expulsar el aire, retira el prepucio y desenrolla el condón delicadamente sobre el pene en erección, antes de cualquier contacto con tu pareja.



Inmediatamente después de eyacular, aparta el pene sujetando el condón en su posición, para evitar que el esperma se escape.



Utiliza cada condón una sola vez.



Tira el condón a la basura, nunca al W.C., ni a ningún otro sitio.



En caso de rotura, si el condón es utilizado con la finalidad de prevenir el embarazo, es muy importante dirigirse a un Centro sanitario que realice funciones de Planificación Familiar antes de que pasen 72 horas.


El preservativo protege tanto de embarazos no deseados como de enfermedades de transmisión sexual, pero además le podemos buscar un componente lúdico adicional, si probamos los diferentes modelitos que aparecen en el mercado, con colores, formas, tamaños y protuberancias. La risa es relajante, lo que favorece las relaciones sexuales satisfactorias.

Dejemos de ver al preservativo como ese elemento que "corta", familiarízate, quiérelo, ámalo, aprende a usarlo. Si a uno le cuesta ponérselo, pónselo tú. Entre los tres pasarán ratos muy dulces.

Para conocerlos, nada tan divertido como visitar una condonería. Yo lo hice, y allí me encontré con un gran expositor, en el que tienen desplegados todos los preservativos, y así puedes ver el que más te gusta, te apetece o se ajusta a tus necesidades.

Hay unos que llevan una cajita, para tirarlo en ella después de usarlo, muy higiénico. Otros llevan un adaptador, para cuando tienes mucha, mucha prisa, te facilita la colocación.

Hay unos muy monos, con cabezas de animales en la punta, son muy graciosos, pero no son profilácticos. Me encantaron unas bolas de cristal, como las que hay en las tiendas de caramelos, que contienen preservativos de diferentes sabores, tuti-fruti, chocolate, fresa, menta, lo que más te guste.

Existen unos "kit para una noche fuera" que consiste en un estuche que contiene un cepillo de dientes, pasta, un peine, un espejito, unas toallitas y 3 preservativos. Acepta doble carga, para los muy optimistas.

Puedes regalar unas bolsas con un chocolate y un preservativo. Lleva una inscripción con un dicho popular muy sabio: "Si no quieres usar el gomín, mejor te comes un chocolatín".

La vendedora, muy amablemente, me comentó que el público es muy variado, entran de todas las edades, sexos, en grupos, personas solas. Un dato a destacar es el hecho de que comprar, compra la gente joven, sean del sexo que sean, sin embargo, de la gente un poco más mayor, sólo compran los hombres... Visitad su página web, es muy divertida y a la vez educativa, su dirección es www.arsweb.com/condoneria.

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